martes, 21 de agosto de 2012

Lo que creía que era y no es.

Sí, voy a volver a ser pesado pero sí, recurrir a la escritura es de las pocas salidas que tengo para sentirme un poco más libre y menos egoísta para conmigo mismo. Otra vez esa persona volvió a aparecer, estuvo hablando conmigo e increíblemente parecía que nada había cambiado en meses, era la persona que reprime realmente. Sinceramente me entró gran alegría y pude comprobar mientras hablaba que así era. Finalmente, quedamos en que por seguir mi opción quedaría algún día conmigo para hablar y decirme algunas cosas. Le dije que aún sentía algo y que si no pretendía volver que no lo hiciese, que no hablase conmigo y que pasase pero extrañamente accedió y pude ver como realmente quizás se haya dado cuenta de que quizás si se arrepiente algún día con el tiempo ya no estaré. Este pasado fin de semana me ofrecieron la posibilidad de hacer un viaje, viaje en el que esa persona estaría. Obviamente me lo pensé ya que en la situación actual y con el daño que me ha hecho no me siento a gusto teniéndola cerca ni puedo disfrutar tranquilamente de mis viajes, creo que mi cerebro responde ante el daño psicológico que me ha creado esa persona bastante mal, le tiene miedo y eso me hace tenerle algo de miedo. A pesar de todo, luchando contra mi bienestar y tranquilidad fui, por el simple hecho de que me dijo que quería hablar conmigo. He de decir que me ha vuelto a hacer ilusiones bastante serias, aunque también he de decir que siempre cambia de opinión una y otra vez, nunca está segura de nada y en su qué hacer con la situación se dedica a jugar conmigo, con mi corazón y con mis sentimientos. Yo de eso hace tiempo que me cansé y no veo nada claro por su parte. Si alguien de verdad te quiere, te busca, te manda indirectas, te lo hace notar, lucha por verte para tenerte cerca y si de verdad quiere recuperarme pues se preocuparía por ello pero no veo eso. Creo que con el tiempo que ha pasado desde que me dijo que quería hablar le ha dado tiempo de cambiar de opinión miles de veces, tal y como le avisé, porque en vez de escucharse a sí misma, escucha a los demás. Yo no voy a estar disponible ni esperando siempre, llegará un día en el que eso sea así. Creía que el amor se estaba degradando y así es, pero cuando la veo todo se va a la mierda. El tiempo sigue pasando y esa charla se sigue aplazando, pero tampoco le veo con ánimos de hablar. Es como si se arrepintiese de hacerlo y me diera largas, es cómo si se dedicase a jugar de nuevo conmigo debido a sus indecisiones.
Otra cosa que no entiendo es por qué la gente, sin saber nada, tiene que venirme a mí diciéndome que por qué está tan rara y se ha vuelto tan así (no entiendo esa definición de así). Lo que he podido comprobar es que se ha vuelto una persona que de 3000 cosas que dice, 2900 son banales y estúpidas, como que no transmite. Me da pena que se rían de ella algunas personas por su cambio, sus amigos y amigas más cercanas no lo entienden y se burlan de su cambio a persona carca, aburrida y que parece una abuela, incluso aquellas personas que por inercia deberían ser de su calaña y que piensan igual, eso es lo que me entristece. He podido ver que hasta se sienta agarrándose la espalda como si le costase la vida, he podido ver que anda con las manos agarradas por delante como una vieja y he podido ver como todos en el fondo se burlan un poco de ella porque ha llevado su querer llegar a ser hasta extremos exagerados y fuera de lugar, pero lo que más me entristece ver es que por muy fuerte que se sienta, por muy bien que se crea estar y por mucho que se sienta orgullosa de lo que hace, es infeliz. Ha perdido esa sonrisa tonta y feliz que siempre llevaba y esa alegría vital que desprendía sola. Ya no la tiene. Pienso que anda en constante lucha consigo misma y eso la está matando. Y por culpa de sus indecisiones cuando intenta acercarse a mí y después se arrepiente me sigue haciendo daño y doliendo, pero a la vez me entristece mucho. Cuando me dicen que se ha vuelto una persona un poco cargante y que ha cambiado les pregunto que por qué me lo dicen a mí, ¿significa eso algo?,¿que me lo digan a mí con la cantidad de gente a las que se lo pueden decir sin siquiera yo preguntarles? En los últimos tiempos el nivel de personas que hablan conmigo y que confían en mí sus cosas ha aumentado. Les pregunto que por qué piensan que ha cambiado y me dicen que no es como antes y que parece que tiene 80 años y que antes era más "buena gente" y menos rarita. Les pregunto que desde cuando notan ese cambio y lo único que me trae alegría es que coincide muy bien con el tiempo en el que dejó de estar conmigo. Cree que yo siempre le busqué mal o ya no se que cree, pero me alegra que todos adorasen a la persona que era cuando estaba conmigo y que la echen tanto de menos como yo. Sé que a pesar de sus cosas nunca volverá y seguramente llegará el día en el que se sienta sola, perdida y me echará más de menos que nunca, y sé que si se da cuenta y me busca meses más tarde ya no estaré disponible porque todo acaba, y sino pues lo acabo. Apostaría que durante todo este tiempo ha estado intentando llenar el vacío que le he dejado en su corazón con otras personas, buscando afecto y que le digan que le quieren para sentirse bien. Intentar buscar otro amor, pero su inexperiencia no le permite saber que jamás va a encontrar a alguien como yo, que encontrar a alguien de la cual te enamores y esté enamorada de ti también y ambos estén juntos es algo de lo más difícil que existe y muchas cosas más. No sabe que poco a poco se está cavando su tumba de sentimientos hasta llegar a tal punto en que podría acabar amargada. Eso jamás le llenará y se verá en constante agonía abrumado por recuerdos de los que se querrá librar pero no puede. Yo nunca tomé ninguna decisión, aún sabiendo que si no lo hacía podría cavarme mi tumba. Siempre pensé en esa persona y le dejé elegir porque una vez pedí que apareciese alguien cuando más lo necesitaba y apareció. Confié y me dejé llevar haciendo lo que sentía y punto. Tengo la conciencia tranquila porque yo solo he seguido la corriente, por eso hace meses que puedo dormir todas las noches tranquilo y sin apenas pensar. Esa persona lo empezó todo, yo le entregué mi corazón y esa misma persona se lo cargó acabando todo de esa forma tan fría y cruel. El amor perdona y olvida, sí, pero se puede cansar de que se juegue con él. Creí que ya no sentía mucho por esa persona pero si me afecta el que esté cerca no es así, aún tiene oportunidades supongo pero tampoco la veo luchar por ello. Si no se da prisa y decide y lucha, algún día será demasiado tarde y ese día comprenderá que decidió dejar lo bonito de la vida a cambio de las órdenes de otro. No pensaba que fuese a ser eterno, pero sí que pensaba que durase lo suficiente como para que todo acabase bien en el momento justo para ambos. No se que pretenderá pero sigue jugando conmigo. Si confía en mí y vuelve a ser quién era, escuchándose a sí misma y no a los demás, soy capaz de cambiarla y hacerla feliz de nuevo. Sea lo que sea, si sigue así haciéndo ilusiones y destruyéndolas jugando conmigo e hiriéndome más optaré por tomar medidas drásticas. Las oportunidades tienen fecha de caducidad, y si no nos damos prisa, las perdemos. Esperaré un poco más, a ver si reacciona, me busca, me habla como antes, me dice que me quiere y expresa todos sus sentimientos, pero teniendo en cuenta que es una fría pared de hielo no se si será. Lo que sé es que jamás he hecho tanto por alguien como por esa persona, tantas cosas que nunca le dije pero que hice y que quizás no las entendiese. Sea lo que sea, espero que reaccione durante estos días y comience a dejarme claro que no quiere perderme, sino, algún día se lamentará cuando abra los ojos y vea que ya no estoy ahí ni querré estar y no por nada, sino porque ella lo quiso. Consecuencias de las decisiones.

jueves, 16 de agosto de 2012

Caprichos del destino o tejemanejes del demiurgo

Hace pocos días ocurrió cerca de donde vivo un trágico accidente de coche en cadena donde varios coches se vieron implicados, dos de esos coches ocupados por personas muy cercanas a mí. Al parecer, la conductora de un mercedes gris se intentó adelantar a una furgoneta en un sitio donde no se podía, a punto de llegar a una curva de visibilidad nula mientras estaba usando su móvil. El encuentro entre coches se produjo en la misma curva, obviamente, a modo sorpresa, produciéndose un fuerte choque frontal por el cual el coche de R quedó destrozado y patinó hacia la derecha metiendo toda la parte de atrás chocada también en la cuneta de la carretera. Acto seguido otros coches frenaron rápidamente pero sin poder evitar el choque en cadena que se produjo, aunque el gran golpe se lo llevo el coche de R, que iba con su casi anciana madre. Bomberos, policias y ambulancias llegaron al rato después de que alguien llamase y se los llevo a todos, a la conductora del mercedes a la UCI y a R junto con su madre al hospital, ya que a priori su vida parecía que no corría un severo peligro. Actualmente, R y su madre están en rehabilitación recuperándose de los golpes, heridas, rasguños, roturas de huesos y otras cosas provocadas por el golpe y los airbags.
Parece un intento de típica noticia trágica que pondría la DGT para el telediario pero lo que quiero resaltar es otra cosa diferente. Ese día, habían quedado todos para ir a la playa, eran 7 personas e iban dos coches para echar el día como hacen al menos una o dos veces por semana. La cosa es que siempre voy yo con ellos, a día de hoy dos o tres veces son las que me he ausentado después de repetir esto durante unos añitos más que nada debido a que me encontraba de viaje en otro sitio. Ese día, iba a ir yo con todos ellos a echar el día de playa como cada vez que me lo comentan, pero por capricho del destino, de la parca, del supuesto demiurgo del universo, Dios o como le guste llamarlo a cada uno no fui porque horas antes prometí a compañeros de clase quedar con ellos en Cádiz para verlos y echar un rato de playa, 2 horas básicamente, una porquería en comparación con el rato que echo siempre con mi gente en la playa a la que vamos siempre. La cosa no es que me haya librado de recibir un golpe y sufrir consecuencias, sino de morir. De los dos coches que fueron a la playa, el que sufrió el mayor impacto era el que debía llegar primero a mi pueblo porque tenía que llegar a tiempo para ocuparse de ciertos asuntos, con lo cual sólo se fueron R y su madre en ese coche, dejando a los otros 5 en el otro coche. Dos días después de los hechos acontecidos, hablando con mi amigo el sargento de la guardia civil (gran amigo de la familia) comentó que si llega a ir alguien en los asientos traseros del coche de R, habría muerto. Yo iba a ir en esos asientos, ahí es donde suelo ir siempre y donde seguramente habría ido de no ser porque en esta ocasión no pude ir. Debo confesar que estuve a punto de ir, pero me distraje con el ordenador hablando con los otros dos de mi clase y cuando me dí cuenta de la hora que era pensé que se habían ido y pasé de llamar, pero aún no lo habían hecho. Sigo vivo, sí, pero todo esto me invita a pensar en cosas como ¿por qué yo no?, ¿por qué casualmente ese día no había ido cuando siempre lo hago?, ¿quién es o qué es lo que decide cuando debe morir alguien o no? Digamos que me pongo a pensar en grande, a pensar que somos juguetes de algo o alguien que nuestro nivel gnoseológico nos es incapaz de asegurar o averiguar. Somos personajes de sims en la vida real, donde alguien nos maneja a su antojo y digamos que "maneja los hilos" de todos nosotros, las marionetas. Quizás digais que es una tontería, pero me encanta divagar y pensar en cosas así, que caen bajo el ámbito filosófico, o en cosas que la gente consideraría estúpidas. Lo que importa es que al parecer sigo vivo, quizás aún ese "demiurgo" tenga planes para mí aquí y no es mi momento, quién sabe, pero esto me sirve para darme cuenta de que hay que vivir cada día como si fuese el último, la vida es corta y nunca se sabe cuando te cortarán los hilos. Estoy vivo, y más vivo que nunca.