martes, 30 de abril de 2013

Cuando me pongo a pensar..

A veces me pongo a pensar en que lugar ocupo yo en el mundo. Cual es mi misión o cometido y para que estoy. A veces me imagino de viejo, mirando toda mi vida hacia atrás y me pongo a recrear una y otra vez diferentes formas de haber vivido la vida. Ahora lo que me dedico a hacer es vivir deprisa y ocupado para no pensar. Las noches se me hacen muy largas y frías. Ésta es la peor época de mi vida hasta ahora, sin dudo, y a veces también pienso que he tocado tanto el fondo que cuando al fin todo empiece a ir mejor, alcanzaré la felicidad por todo lo alto. Lo que se es que mi vida tal y como la he vivido siempre ha llegado a su fin. El año que viene finalmente y muy probablemente viviré en Sevilla sin nadie que me conozca, estudiaré en un sitio donde nadie me conocerá y empezaré una vida de cero que planeo que sea una mucho mas libre que la que he vivido siempre, por distintos motivos. Me pongo a pensar en cuando soy viejo y me doy cuenta de que la vida pasa, que al final, si sigo así solo podré decir la misma frase que un grande dijo una vez  hace tiempo: "Al final, he cometido el peor pecado que se puede cometer. No he sido feliz". Lo sé, lo veo, lo imagino. Por eso he determinado que necesito ser libre para ser feliz, empezar de cero siendo libre y poco  a poco traer esa libertad a mi antigua vida, de forma que finalmente pueda estar todo en orden. La verdad os hará libres. No hay frase con más razón. Solo falta que lo que piense la gente te importe un bledo. Es hora de tomar las riendas de mi vida y empezar a ahondar en la parte de mis creencias y convicciones sobre la vida y la existencia, así como en los traumas infantiles (que son muchos) que necesito tratar para empezar desde abajo. Aún quedan un par de meses, pero estoy muy decidido. Sé que algún día, que imagino que será más pronto de lo que pienso, no me importará que se sepa todo sobre mí. En el fondo es la única forma de ser libre de verdad. He perdido el arte de saber vivir. Antes me iba muy bien y sobrevivía a todo, hasta que puse el corazón en manos del demonio encarnado en persona. Nunca debí jugar a esos juegos y debí haber sido listo, pero es amor, de eso uno nunca debe arrepentirse. Sigo aún ciertamente hundido, pero dentro de mi "depresión" hay una parte de mí que no para de repetir una frase: "Por mis cojones que salgo de aquí y soy feliz, que acabaré con lo que haga falta y me reiré de todo esto por lo que estoy pasando para que más tarde, no me vuelva a ocurrir jamás. Daré todo por la persona que lo merezca, no por quien se ofrezca".
En fin, a ver que me deparan estos meses. Pero sea lo que sea, espero que me ayuden en esta nueva época que quiero comenzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario