domingo, 27 de enero de 2013

Desengaño. Palabras vacías.

Ayer, fruto de mi buena fe, fui a ayudar a unos amigos a recaudar dinero para cierto viaje que quieren hacer y cuyo coste es bastante alto. Estando allí, me dí cuenta de que estaba en el sitio en el cual podía vender muchos marcapáginas bordados artesanos a ciertos amigos. Fui a la puerta, llamé, pero nadie abrió aunque volví a llamar, pero nadie oyó nada. Estaba por irme, y al punto, se abrió la puerta. Esa persona fue quien la abrió, y era porque se marchaba, no porque hubiese oído que yo había llamado. No iba sola. ¿Qué probabilidad había de que esto ocurriese? Una entre un millón, sí. No he de olvidar de que soy de las personas más gafes de la tierra. Ambos nos quedamos con cara de sorpresa. No esperábamos ese encuentro, pero yo seguí a lo mío y entré a hacer lo que tenía que hacer mientras esa persona ya se iba. Estando ahí estuve tomándome algo charlando y colocando algún que otro objeto de esos a mis amigos para colaborar con la causa. Es más, cuando esa persona volvió me compró uno incluso. Esta mini-historia en sí es absurda, pero la cosa es que después de todo esto, a las 2 y pico de la madrugada mientras veía un drama, me habló por Whatsapp. "Antes tenía prisa y hace mil que no hablamos, ¿como estás?" Surgió en mí un atisbo de indiferencia y de "no se si pretende quedar bien o realmente le importa como me ha ido". Más que una conversación fue un interrogatorio. Básicamente me hacía preguntas y yo las contestaba. Mis estudios, que tal me iba, como estaba y poca cosa más. Obviamente hice lo que no tenía que hacer. Contestar sinceramente. La cuestión de esta entrada reside en un punto de la conversación. Me preguntó que por qué había dejado de ir a esos fines de semana de campamento, a los cuales nunca falté y yo mismo le hablé de ellos para que viniese. Su primer finde de esos, de hecho, fue conmigo. "Creo que ya sabes esa respuesta", le dije. Dejé de ir básicamente porque me echó. Oí cosas muy feas que dijo de mí y demases que provocaron en mí una profunda decepción. Ir allí, cosa que intenté una vez, me consumía. Me trataba de forma tan hostil alguien a quien quería tanto que no era lo suficientemente fuerte como para que andase cerca mía y yo estuviese tranquilo. Afortunadamente la cosa ya no es así ahora. El caso es que me contestó "eso pasó hace ya tiempo" y luego yo me quedo pensando en que es cierto que ya pasó, pero, creo que no tiene ni idea del profundo daño que me causó, incluso después de que lo diese por terminado. Después de que acabase, luché un tiempo por que volviese conmigo, ignorando todo el daño, pero aparte de inútil, solo conseguir resultar más herido con sus juegos de ahora quiero pero después no, me gustaría pero no puedo y demases. No es consciente de que aún duele, y de que haya ignorado - y siga ignorando - todo lo que ocurrió, también. Hemos compartido tanto que me parece que cualquier cosa de la que hemos hablado después ha sido una estupidez. De hecho, de las pocas veces que lo hemos hecho, al menos en persona, he permanecido en silencio, analizando y dándome cuenta de que era cierto lo que me dijo Daza. "Tú solo escucha y verás que nada de lo que dice es importante. Dirá palabras vacías. Estará vacía". Eso me dijo una vez que quiso hablar conmigo sobre ciertos aspectos y después de darle yo un resumen de 20 segundos de todo. Descubrí que es cierto, y que eso sigue siendo así. No se si ya se habrá dado cuenta de que los que tiene más cerca son los que más critican a su espalda. Ese mismo día, sin más, me dijeron "¿a x le pasa algo?   está inaguantable y parece que tiene un amargazo encima, antes creo yo que no era así, ¿no? Hasta por twitter es un coñazo". Al preguntarle cuanto tiempo era antes resulta que coincidía con el tiempo tuvimos algo, el tiempo en el que escuchaba a su corazón y no tomaba decisiones estúpidas, el tiempo en el que a veces me escuchaba y finalmente me acababa dando la razón. Ya son tantas personas las que lo dicen que me halaga el hecho de que fuese mejor estando conmigo, pero no me alegra. Me sigue entristeciento que sea como es ahora. Aún no se por qué siento como si la historia tuviese que comenzar de nuevo para rescatar a quien muchas más personas querían, pero para evitar eso he acabado por alejarme completamente.
La conclusión que saqué ayer por la noche era que realmente nunca me amó, ni entendío todo lo que sentí realmente. Con ese "pero eso ya pasó", dicho como algo que no tuvo importancia cuando para mí fue lo más grande de mi vida pues me abrió los ojos. De ahí el desengaño. Quizás me enamoré de alguien que imaginé que era. Ya no lo sé, pero me da igual. Solo se que ese amor se le conoce como el "amor de héroe", y ésto viene a que el sujeto se enamora de la persona que le salva, léase en mi caso, que me saca del vacío en mi vida que tenía en ese momento. Nunca pensé en tener una historia con esa persona. Jamás. Ya tenía lo que siempre deseé, un alma gemela a la que contarle todo, que me escuchase, que confiase en mí también y que me hiciese sentir querido. Ya lo tenía, no era necesario esa historia que desembocó en su pérdida. Eso es lo que realmente me dolía de la ruptura. El perder todo eso que conseguí. Pero nada pasa por casualidad y en breve publicaré el por qué. Esa puta historia tuvo que ocurrir por alguna razón, que por mucho que intento encontrarla no puedo. Se me escapa. Y os diré pronto por qué. La cosa reside en eso, que realmente no tuvo conciencia de lo que amé, de que lo di todo, y digo TODO. Di tanto que cuando se fue, no me dejó nada y no le importó, porque siempre le importó más su persona, que yo, mi corazón, como me sintiese y que fuese de mí. Cuando me besó por primera vez le hice ver en que se estaba metiendo, pero como el que estuviese en mi vida era un regalo me dejé llevar, y le dije "Está bien, solo te pido que por favor no me hagas daño, porque si lo haces, acabarás conmigo". "Aaah no pasa nada, no te preocupes por eso que no lo haré nunca, te lo prometo", me dijo. Iluso de mí. Ni siquiera me amó. Quizás solo sentía únicamente atracción sexual hacia mí, cosa que me repugna por el hecho de que no hubiese amor. Ahora eso solo eso, palabras vacías y alguien que no sabe tomar decisiones y que solo las toma según le dicen. Jamás tomó una decisión sin que nadie le influenciase. Por no escucharse acabó mal también y ahora eso eso, palabras vacías y alguien que deja mucho que desear. Me entristece pero no hay otra. Al menos ya las cosas no me duelen tanto como antes. Pronto escribiré más. Te quise, de verdad.

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