domingo, 3 de marzo de 2013

Generalizaciones.

A la hora de escribir siempre tiendo a generalizar. No me gusta dar nombres y me gusta mucho hablar de forma que explique algo sin realmente hacerlo, es decir, que sea algo tan general que puedan ser muchas cosas concretas a la vez. Ahí reside el secreto de por qué la gente sabe tan poco de mí, de mis relaciones, de como me va realmente o de como me ha ido. Como podéis comprobar, siempre cito como "esa persona" a aquella de la cual me enamoré sin quererlo y por haber entrado en su juego, no siendo lo suficientemente desconfiado como para salir de él antes de que empezase. Ya tenía mi confianza después de tanto "trabajarme", en el buen sentido. Me gusta que especulen sobre mi vida porque realmente no saben nada. Nunca saben nada a ciencia cierta de mi relación con temas amorosos, sexuales, personales y demases. Saben lo que tienen que saber, y el resto lo dejo a su suposición. De ahí que sea tan misterioso y me lo digan tanto. No se como llegué a esto, pero creo que el hecho de que haya sido reservado de pequeño y vivir en un pueblo sabiendo como se maneja aquí el tema de la vida personal, ha influido mucho.
El caso es que me refiero a "esa persona" como "esa persona" porque para mí es innombrable. Es una especie de terapia que me ha servido para distorsionar su imagen proyectada en mi mente y asegurarme de que es una persona desconocida que una vez no lo fue y que ya no tiene cabida en mi vida, aunque el destino se antoja caprichoso y me la puede volver a cruzar en el camino. La cosa es que ahora, hablando en plata, en general, mi vida es puro caos. Un perfecto desorden que me llevará tiempo resolver.. o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario