El tiempo pasa demasiado
deprisa y cuando nos damos cuenta creemos que no hemos disfrutado la vida, ¿Por
qué? Llega un día en el que te levantas con 30, 40 o 50 años y te pones a
pensar en el pasado. “¿Qué he hecho para recordar y contarles a mis hijos,
nietos, sobrinos, amigos..? Siento que se me va la vida y que no la estoy
disfrutando” Entonces te preguntarás “¿por qué no he hecho nada interesante en
la vida?” Quizás la respuesta sea que te preocupaste por ser tan perfecto,
correcto o simplemente tener la vida que a los demás le gustaría que tuvieses.
Ser perfecto o intentar serlo no te hacer real, es limitar y reprimir quien
eres, una persona llena de imperfecciones que te caracterizan y que es feliz
con lo que es y con quien es, con lo que siente y lo que cree. Existen personas
maravillosas que por diferentes circunstancias han encerrado a quienes son
realmente o han reprimido lo que sienten por el mero hecho de intentar ser
perfectos o “correctos”. La realidad es que lo correcto en este mundo es
relativo y que lo perfecto no existe. No hay algo establecido como lo correcto
y lo que no es. Para lo que unos es correcto para otros no lo es, entonces,
¿por qué nos preocupamos tanto por ser perfectos, correctos o por lo que
piensen los demás de nosotros? Por miedo básicamente; miedo a lo que venga,
miedo a lo que sientas, miedo a lo que puedan decir de ti según lo que hagas y
miedo a dejarte llevar. ¿No te preguntas a veces por qué te llaman tanto la
atención aquellas personas que son unos locos de la vida, que se dedican a
disfrutar de la vida como si se acabara al día siguiente y que están tan
convencidos de lo que creen? La gente realmente admira a aquellos que saben a
donde van, que hacen locuras que rompen todos los esquemas, vergüenzas, correcciones
y reglas. Realmente todos envidiamos a esas personas que sin importarles lo más
mínimo lo que piensen hacen tonterías con las que calificaríamos a esa persona
de infantil, tonta o loca, aquellos que decimos que la “lían parda”·. Sabemos
que no es realmente así, que disfrutan de la vida como tiene que ser. Hacen lo
que sienten y sienten lo que hacen. Tu vida la vives tú y no los demás. Se es
joven una vez y se es para equivocarse, disfrutar, hacer locuras y dejarse
llevar por lo que se sienta. Sabemos que realmente es lo que nos hace feliz
pero aun así seguimos teniendo miedo, miedo de amar a quien amas y dejarte
llevar, miedo a hacer el ridículo, miedo a pasar vergüenza, miedo a irte de
viaje de aventuras sin planear nada y quedarte tirado, miedo sentir, miedo a lo
que piensen los demás y miedo a las “reglas”. Realmente la vida no tiene
límites, somos nosotros los que los ponemos. Sabemos que tenemos que
deshacernos de esos miedos y la mayoría de los sufrimientos o vienen por esos
miedos o por los miedos de otras personas que nos afectan directamente. Lo
sabemos y no lo queremos ver, preferimos creer que algo no puede ser o es
imposible y dejar que el tiempo sea el que haga cambiar o desaparecer las
cosas. Intentamos matar el tiempo pero es el tiempo el que nos mata a nosotros.
Cuando te das cuenta, te has preocupado tanto por corregirte, perfeccionarte y
ser lo que los demás querrían que fueses que el tiempo ya se ha ido, ya tienes
40 años y crees que no has hecho nada interesante en la vida, que se te ha ido
y no la has disfrutado como hubieses querido y lo peor es que siempre nos damos
cuenta tarde, cuando ya no podemos volver atrás en el tiempo. Hay viejos que disfrutan
como jóvenes y jóvenes que viven como como viejos, siempre de acuerdo con las cosas
típicas de la edad que tengas. Te aseguro que los que si que saben vivir son
los primeros, que se han dado cuenta de que solo hay una vida y que se nos va,
que hay que saber disfrutarla y se han dado cuenta de cómo hacerlo. Por eso
nuestra vida se basa en las decisiones que tomamos. Una decisión puede dar un
completo giro de 360º a nuestra vida, por eso, a veces en un intento de creer
que hemos elegido bien y lo que realmente hay que elegir cogemos y nos
equivocamos, y cuando nos equivocamos pagamos las consecuencias. Por eso a
veces hay que rectificar, pedir perdón y amar siempre a todos. Saber que nos
hemos equivocado es intentar enmendar nuestro error y luchar por aquellas cosas
y personas que queremos. Sino estamos dispuestos a luchar por quienes amamos o
por lo que queremos no tenemos derecho a llorar por no conseguirlo, por
perderlo o por no tener a quien queremos.
Hay dos tipos de decisiones, las que se toman con la cabeza y las que se toman
con el corazón. Puedo asegurar que las personas más felices son las que las
toman con el corazón, se fían ciegamente, salvo que el problema viene cuando se
encuentran con alguien que las toma con la cabeza, ya que es el que peor
escapa, por eso si sigues a tu corazón no tienes nada que temer, a cada paso
hay otra oportunidad y personas hay millones en el mundo, si alguien no te sabe
apreciar no te preocupes, llegará alguien mejor que sepa hacerlo, solo es
cuestión de tiempo, por lo que si has hecho lo que sentías no debes
preocuparte, tu recompensa vendrá más tarde.
Todos conocen la saga de
3MSC y la mayoría desea encontrar un amor adolescente loco que te saque de tus
rutinas, de tu aburrida vida y que te haga ver la vida de otra forma, que te
haga disfrutar y sobre todo ser feliz. Es algo difícil de encontrar pero todos
lo buscan realmente y hay que estar muy loco para ello. ¿Sabes que es lo mejor?
Que siempre puedes ser como esas personas, conocer un amor loco, algo o alguien
que cruja tus rutinas, que te cambie la vida, que te cambie la forma de sentir
y ver el mundo, de hacer cosas que no imaginabas. Cuando algo así llega la
estupidez es dejarlo ir, porque sabes que te cambiará la vida y sigues teniendo
miedo, y esta vez es al cambio, tienes miedo a como puede afectar a tu futuro y
ese es precisamente el problema por el cual no disfrutarás nunca el presente,
por tenerle miedo al futuro. Puedes ser también un loco de la vida que
aprovecha cualquier oportunidad para crear una aventura, que hace de cada
situación un chiste sin rozar lo fuera de lugar, que se deja llevar por lo que
siente y es feliz con ello. Puedes serlo si quieres, pero has de dejar miedos,
orgullos y vergüenzas atrás. Si esas personas son felices así, conocen a tanta
gente por sus viajes, tienen tantas experiencias vividas como para escribir un
libro de miles de páginas, ¿por qué no ibas a ser tú una de ellas? El tiempo
pasa demasiado deprisa y no perdona. Despierta y despójate de excusas como no
puedo, no debo, no me dejan mis padres, esto es muy loco o cualquier cosa
parecida. El truco está en no preocuparse nunca por algo y no esperar nunca
nada, a nadie, ni nada de nadie, así evitaras decepciones. Mientras esperas
algo el tiempo pasa y no se recupera, por eso disfruta la vida sin esperar a
que aparezca nada, ya que lo que tenga que venir vendrá solo. Ser feliz no
cuesta tanto, depende de cómo te tomes tus cosas, de cómo te tomes tu vida, por
eso no te tomes la vida tan en serio, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella.
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