domingo, 29 de julio de 2012

La última vez.

Hoy he vuelto a ver a esa persona. Sin entender por qué, decidió hablarme y decirme que venía a donde yo vivía para echar un día o dos, que a ver si me veía. Me pareció extraño, y mucho y obviamente aún queda un poco de amor hacia esa persona por lo que mi corazón ya estaba empezando a hacerse ilusiones (me costó mucho volver a callarlo). Finalmente ayer la vi, y era inevitable tener ganas de abrazarla. He de reconocer que se que quizás me quiera un poco y por eso por lo que me trata tan mal y odio eso, odio que tenga que odiarme (ya se lo han dicho varias personas que se nota muchísimo su aversión hacia mí, aversión que aunque no lo diga me sigue doliendo sientiese algo o no por una persona). Tuve una cena de compañeros de clase donde aprovechando la barra libre y mis ganas de emborracharme lo hice  y llegué a las fiestas de mi pueblo donde volví a verla y eché la noche con esa persona y con los que venía. Me preguntó y no se por qué le dije toda la verdad, lo que me dolía todo, lo que me dolió como lo hizo todo y que me duele que haya dejado de ser quien era, alguien a quien admiraba y tenía en un pedestal, que hacía lo que sentía y que se daba. No se quien o qué la ha cambiado pero me entristece muchísimo, echo de menos a quien era y echo de menos que se porte como antes conmigo. Le debo mucho y me duele demasiado cada ataque, cada borderío, cada puyita que me lanza y su fijación poco agradable hacia mí. Me gustaría ser de piedra y que no me afectase nada de nadie. Igualmente ya no es como antes, todo es distinto y noto que el amor está pendiente de un hilo. Pronto afortunadamente morirá supongo porque para algo me he arriesgado tanto a recibir palos. Lo único que he buscado es que me decepcione una y otra vez, que de eso un corazón se cansa y creo que ha funcionado. Pronto dejará de importarme y ya le queda poco, me da pena pero no me queda otra, finalmente lo he conseguido y voy a volver al punto del que partí hace justamente un año. Sigue dándome pena como tanta gente ha dejado de pedirle consejo y hablarle para ahora hacerlo conmigo, alegando que se ha vuelto una persona muy pesada y carca, que es un poco insoportable. Sigo sin creérme como tanta gente dice eso y que antes era mejor que ahora. Al menos no soy el único que lo piensa. Está bastante estropeada y como persona deja mucho que desear. Se ha convertido como en un zombie, la sombra de la persona que piensa y siente por ella. Anula lo que siente y lo que piensa creyendo que debe hacer y pensar lo que le dicen porque sigue la premisa de la estricta obediencia. Cosa de fariseos, cumplidores de la ley pero de poca validez como persona con criterio y personalidad propia. Ha perdido mucho como persona y eso es lo que realmente me entristece. Me gustaría que me buscase y me pidiese ayuda para volver a ser como antes, sé como hacerlo y puedo hacerlo aunque me duela. No me importa realmente, solo me importa que vuelva a ser quien era, no este títere de la persona que supuestamente dirige su vida. Me ha dado tanta pena que he vuelto a llorar en casa, nisiquiera se ha despedido al irse y eso sigue doliéndome. Me recomiendan ser frío y tener mala leche, y aunque me gustaría no puedo, mi personalidad me lo impide. Al menos he recibido la última decepción que necesitaba para mi corazón, que ya se ha cansado. Sé que todo ha vuelto a ser como antes cuando incluso estando en su presencia he podido comer sin aparecerme las extrañas ganas de no hacerlo cuando está delante. Creo que ya lo he superado y pronto me habrá perdido para siempre, solo me queda aguardar ese día y luchar por la nueva persona de la que creo que quizás me valla a enamorar según estoy viendo, y el año que viene la podré tener cerca pero de ella , una chica preciosa, ya hablaré en otra entrada cuando más cosas ocurran. Todo vuelve a ser como tiene que ser, quiera o no. Esta es ya la última vez, la última vez que lloro, y de eso estoy seguro.

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