domingo, 28 de octubre de 2012

Días en los que no puedes más.

Hoy es uno de esos días en los que, después de mucho tiempo luchando contra mi mismo, mi corazón y mi situación, me he derrumbado. Ser fuerte a veces es demasiado desafío, y en mi caso lo es. Creedme si digo que he luchado por intentar purificarme y llevar todo lo mejor posible, pero hoy ya no podía más. Harto de todo me fui este finde a Ceuta, para esa típica retirada que hago yo para reflexionar y abrir los ojos a la realidad, pero mi realidad es bastante triste, como mi vida. Al volver me he llenado de recuerdos y de momentos con la persona que me enamoré y que me destrozó la vida. Tanto oir hablar allí en Ceuta del amor, de que hay que amar pase lo que pase, de que no hagamos caso a la razón y que hay que tener fe me ha derrumbado. Precisamente por culpa de la razón es por lo que estoy sufriendo, por eso y porque mi corazón se empeña en amar. Hoy no podía más y en un intento de saber que tal le iba a esa persona, en mi nostalgia, me puse a llorar y le dije que me alegraba mucho por todo lo que había conseguido, cosa que es cierta, ya que no la puedo odiar. Puede que esa persona me haya metido en un agujero del que no consigo salir ni con perseverancia, pero mi personalidad me impide guardar rencor u odiar, solo echar de menos y quedarme con las cosas buenas. Pero me entristece que yo aún me siga acordando de esa persona, que aún la busque alguna que otra vez, que le haya pedido perdón en varias ocasiones por todos y dicho que la quiero; y esa persona nisiquiera haya sido capaz de pedirme perdón una sola vez. Amar a alguien es por encima de sus defectos, y aunque sea la persona más suya que haya conocido no puedo quitar el hecho de que apareció cuando más la necesitaba (aunque ahora necesite su presencia más que cuando apareció, pero es imposible) y con el amor que me dió porque quiso que así fuese todo (yo siempre dejé que decidiese todo en agradecimiento, incluyendo el hecho de decirle una vez en la que pretendí alejarme yo: "te pido por favor que pienses esto muy bien y pienses en mí. Es momento de irme porque creo que es lo mejor para tí, pero si quieres que no sea así dime que me quede a tu lado y me quedaré, pero piensa en mí por favor"). Hoy he llorado hasta casi vomitar porque no soportaba mi situación. He luchado contra mi corazón y contra todo lo que he podido luchar para olvidar e intentar ser feliz, pero sin mencionar el hecho de que volvió a jugar con mi corazón más tarde. El amor es algo demasiado fuerte, tanto que me asusta. Dentro de mí hay mucho, demasiado, acumulado durante años y ese es el problema. No puedo hacer otra cosa más que amar. Soy un desdichado y hoy me he derrumbado, no podía más, por lo que me fui a la playa a llorar hincado de rodillas en la arena mientras medio gritaba hablando solo el por qué de tantas cosas, que yo solo quería ser feliz amando, y que después de todo lo que he pasado en la vida, merecía serlo un poco. He vuelto a casa y como siempre he tenido que secar mis lágrimas y esconderme. Me he ido a mi habitación y me he puesto a escribir esto. Nadie es consciente del sufrimiento tan grande que llevo dentro y solo otra persona me puede salvar. Han pasado casi 7 meses después de todo aquello, y aunque he intentado de todo, hoy me rindo. La vida me ha derrotado y me retiro. He pensado en dejar los estudios y volver a casa a no hacer nada, ya que me siento sin fuerzas para luchar. Nunca pensé que llegaría a un punto tan nefasto en mi vida, pero he sufrido demasiado, lo prometo. Espero que a esa persona le valla bien donde quiera que esté y a donde quiera que vaya, que al menos uno de los dos sea feliz, porque yo hoy tiro la toalla. Me rindo. La vida, mi situación, esa persona, el amor, o lo que sea, me ha derrotado. Sabreis de mí con el tiempo, si sobrevivo a esta mala racha, que parece estar convirtiéndose en depresión, sin nisiquiera haber llegado a los veinte años. Triste pero cierto. Esto para mí es demasiado desafío, no puedo ser tan fuerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario